¿Qué es la deshidratación?
Un
70% del peso de nuestro cuerpo corresponde al agua. En general, ésta se
aloja en las células del organismo, en los espacios que quedan entre
ellas y en las venas. La deshidratación ocurre cuando la cantidad de
agua que elimina nuestro cuerpo – principalmente a través de la orina,
la transpiración y la respiración– es mayor que la que ingresa. Por eso,
una persona debe incorporar diariamente una importante cantidad de
líquido que sea capaz de mantener el equilibrio necesario. La principal
señal para que el organismo no llegue al estado de deshidratación es la
sed. Sin embargo, no se debe confiar únicamente en este mecanismo para
incorporar agua. La sed es una señal tardía del comienzo de la
deshidratación.
¿Cómo se previene la deshidratación?
El
organismo es incapaz de producir por sí mismo el líquido que necesita
para su correcto funcionamiento. Por eso, es necesario proporcionarle
las cantidades adecuadas a través del consumo de líquidos y de alimentos
ricos en agua (leche, yogur, acelga, tomate, sandía, brócoli, espinaca,
zanahorias, entre otras frutas y verduras). Si estos líquidos no se
reponen adecuadamente, se puede sufrir una deshidratación. De todas
maneras, las necesidades de agua de cada individuo varían en función de
las necesidades del cuerpo. La condición física, edad y sexo, el nivel
de actividad física o las situaciones ambientales como el calor, son
factores condicionantes de la cantidad de líquido que el organismo debe
incorporar. Una medida adecuada es beber 8 vasos diarios para mantener
el balance de líquidos que el cuerpo necesita.
¿Por qué el riesgo de deshidratación aumenta en verano?
En
ambientes calurosos o cuando hacemos ejercicio (sobre todo en días de
temperaturas elevadas), el cuerpo puede perder cantidades significativas
de líquido tratando de perder calor a través de la transpiración. Si el
cuerpo pierde líquido de manera excesiva por estar en una situación de
mucho calor, ejercicio intenso, falta de líquido o una combinación de
estos factores, aparece el riesgo de deshidratación.
¿Qué es la transpiración?
El
líquido correspondiente al sudor es producido por las glándulas
sudoríparas a partir del agua que ha salido de los capilares sanguíneos
por filtración. Eso hace que su composición sea parecida a la de una
orina muy diluida. Es decir, también contiene urea, sales disueltas y
ácido úrico. Sin embargo, su principal función no es la excreción, sino
disminuir la temperatura del cuerpo. Esto se consigue debido a que, como
el agua, para poderse evaporar, necesita calor, lo saca de la piel y la
enfría. Cuando se pierde, debe reponerse para asegurar el correcto
funcionamiento del organismo.
¿Cuáles son los síntomas de la deshidratación temprana?
Debemos prestar atención a los siguientes signos:
- Sed
- Piel seca y caliente
- Disminución del volumen de orina y mayor concentración de color amarillo oscuro
- Mareos
- Debilidad muscular y cansancio
- Calambres en los brazos y en los pies
- Pocas lágrimas
- Dolor de cabeza
- Boca y lengua secas, con saliva espesa
- Aumento de la frecuencia cardíaca
¿Quiénes corren un mayor riesgo de deshidratarse?
Si bien cualquiera puede deshidratarse, aquellos que lo hacen más fácilmente son:
- Bebés y niños
- Ancianos
- Personas con fiebre
- Personas expuestas a climas calurosos
- Diabéticos
Consejos para mantenerse bien hidratado
- Beber agua sin esperar a tener sed. La sed es una señal tardía del comienzo de la deshidratación, por lo tanto, no es un buen indicador de las necesidades de líquido del cuerpo. Cuando uno siente sed es porque ya ha comenzado a deshidratarse.
- Durante el día, mantener una bebida a mano para poder tomar en cualquier momento y lugar.
- Beber 8 vasos de líquido diarios.
- Tomar agua en cantidad cuando se realiza actividad física, sobre todo en los días de calor. Lo mejor es tomar agua antes, durante y después del ejercicio físico.
- Conocer cuáles son los síntomas de deshidratación.
- Incorporar una mayor cantidad de alimentos ricos en agua,
como vegetales y frutas. Cuanto más liviana es la alimentación, menor es
el gasto metabólico para su digestión y absorción. Eso implica una
menor utilización de agua para su metabolización.
Fuente:wwww.nestle.com
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