El cabello, al igual que la piel y las uñas, cuenta con una constante renovación y su metabolismo y regeneración son muy sensibles a los déficits nutricionales.
Cualquier déficit vitamínico, mineral o proteico ocasiona estado de debilidad, fragilidad y caída de cabello. La falta de hierro o la anemia ferropénica puede provocar esta problemática. Cuando se da la deficiencia en hierro, sin llegar a padecer anemia, se puede deteriorarlo y provocar su caída.
Entre algunos compuestos el cabello posee magnesio, silicio, selenio, y cobre, por lo cual para mantenerlo sano hay que garantizar la ingesta de estos nutrientes en la dieta diaria. Es fundamental consumir proteínas de alta calidad biológica como huevos, leche, queso, pescado, sin descuidar el consumo de grasas de origen vegetal como los frutos secos y el aceite de oliva que evitan tener el cabello seco y quebradizo.
La biotina juega un importante papel en la salud de la epidermis, pelo y uñas. Para las personas que siguen una dieta saludable, la deficiencia de biotina es perjudicial, ya que además de absorberlo a través de las comidas, es generada por las bacterias de los intestinos. Entre algunos alimentos que la posee se puede destacar los huevos, el hígado, el pan de levadura y los cereales.
El ácido fólico, también conocido como folacina, es un importante elemento nutricional ya que participa en la síntesis del ADN. Participa en el metabolismo de importantes aminoácidos y colabora con la vitamina B12 y el ácido nicotínico en diversas acciones funcionales. También participa en la multiplicación celular y en la formación de glóbulos rojos y glóbulos blancos y en la síntesis de diversos neuromediadores.
La referencia de absorción diaria de ácido fólico es de 400 microgramos aproximadamente para un adulto medio y se lo puede encontrar en las verduras, el zumo de naranja, el aguacate, las remolachas, el brócoli, la levadura de cerveza, el hígado, el germen de trigo y en algunos cereales enriquecidos.
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